El 15 de febrero de 2025 Muhsin Hendricks, el primer imán abiertamente gay en el mundo, fue asesinado a tiros en Ciudad del Cabo, Sudáfrica mientras se dirigía a una mezquita que servía como refugio para homosexuales.
En el momento de los hechos, la víctima iba en un coche con un acompañante cuando, de repente, alguien se detuvo frente a ellos. La pregunta que nos hemos planteado desde aquel fatídico momento es, ¿por qué ha ocurrido esto en pleno siglo XXI, por el simple hecho de ser homosexual?
¿Cómo es posible que, después de tantas luchas por parte del colectivo LGTBQ+, ocurra esto? Este suceso nos hace ver el gran atraso de la sociedad actual pese a muchos avances que hagamos, además de lo lejos que estamos de alcanzar una verdadera igualdad para todo el mundo, independientemente de la orientación sexual de cada persona. ¿Cómo puede ser que haya lugares en este cruel mundo donde te asesinen por expresar públicamente el género con el que te identificas? Lo que sí nos queda claro es que este suceso se suma a otro de los miles de ataques, asesinatos .. que viven las personas del colectivo diariamente.
Hendricks se declaró abiertamente gay en el año 1996, y desde ese momento firmó su sentencia de muerte. Ese mismo año, era el imán impartía enseñanzas en mezquitas y en la madrasa cercana, y fue despedido por su orientación sexual. Más tarde, fundó Inner Circle, una red de apoyo a musulmanes a aceptar su condición sexual y cómo esto mismo puede afectar a su fe religiosa. En ese momento comenzó a sufrir todavía más acoso, tanto dentro de la comunidad musulmana como en la sociedad en general, hasta el día de su trágica muerte.
Este terrible hecho no solo evidencia el odio que hay todavía hacia la comunidad LGTBQ+ sino lo atrasado que está el mundo en general. Hendricks pasó gran parte de su vida intentando ayudar a los demás de todas las maneras posibles, y su muerte, como todas las otras, no pueden quedar en vano. Si queremos que el mundo avance, antes debemos dejar nuestros prejuicios y odio hacia los demás. Solo vivimos una vez, y tenemos que hacerlo felices, mostrándonos tal y como somos.
Esperemos que este caso abra los ojos de millones de personas que todavía tienen una idea errónea sobre las diversas pero igualmente válidas identidades sexuales. Pero hasta ahora, solo podemos esperar que Muhsin Hendricks descanse en paz.